Carta de un
funcionario catalán
(a el director de El País, 25.10.14)
Soy funcionario de un cuerpo
estatal y trabajo en la Generalitat. Creo que cumplo con mis obligaciones, al
servicio de todos los ciudadanos y bajo el mandato de mis superiores y de la
ley. No milito en ningún partido, pero pertenezco a asociaciones con
finalidades muy diversas y procuro participar en la vida civil siempre que
puedo. Tengo opinión y criterio propios que puedo razonar, argumentar y debatir
e, incluso, modificar cuando se me convence también con razones y con
argumentos. Tengo más de una titulación superior, un nivel cultural medio o
alto y me considero bien informado. He votado en todas las elecciones y
referéndums a los que he sido convocado.
Por todo ello, me molesta
profundamente y me ofende que se diga o sugiera, cómo hace El País, diario del
que he sido lector habitual durante décadas, que estoy manipulado y que soy
utilizado por otros cuando decido, libre y voluntariamente, participar en un acto
de libertad de expresión el 9N, libertad que se nos ha negado repetidamente por cualquier otra vía (a mí y a
todos los ciudadanos que viven en Cataluña, sea cual sea su opción política)
desde el gobierno del Estado.
Exijo respeto a mi voluntad y a
mi criterio, al menos el mismo que se otorga sin discusión al resto de
españoles cuando se les reconoce un supuesto derecho a imponer sus decisiones
sobre Cataluña, aunque no residan en Cataluña, y por encima de lo que puedan
pensar los propios catalanes.
Àngel Domingo Villarreal
Article de El País (25.10.14):
"Mas pone a 7.000 funcionarios al borde de la ilegalidad con la consulta"
Article de El País (25.10.14):
"Mas pone a 7.000 funcionarios al borde de la ilegalidad con la consulta"